Cada día
Paz, silencio, temor...
Que se pare el tiempo,
que me salgan alas,
poder volar, lejos, solas.
El tiempo no se detiene,
es la hora...
Le oigo...
Me gustaría desaparecer,
fundirme con la casa.
Llega...
¿Qué hago? ¿Qué digo?
Nada; no, es malo
¿Qué tal el día?
No, es malo
y no sé por qué.
El primer golpe,
ya no grito. Más golpes
ya no siento;
Sólo me cubro, por instinto
y lloro de dolor.
Me duele el alma,
no siento el cuerpo.
Que me salgan alas
poder volar lejos, sola.
R.C.R. 2º C
Nunca es tarde
Lleva el día atareada,
que si los niños, que si la casa...
Quiere sorprender a su media naranja,
preparando la comida que le encanta.
Cuando llega, lo ve, lo abraza,
huele demasiado a alcohol,
desconcertada se aparta...
Está en descontrol.
Empiezan a hablar
de la situación,
se ponen a gritar,
le da el primer bofetón.
Día tras día va en aumento,
se encierra en su burbuja,
comienza el tormento,
para él, ella tiene la culpa.
Se convierte en una rutina,
una rutina cruel y asesina,
que la va matando poco a poco,
por fuera y por dentro por un loco.
Ha dejado de ser hombre,
pero también de ser padre,
¿Qué crees que piensan sus hijos
cuando pega a su madre?
Y llega un día cualquiera,
en el que él la maltrata otra vez,
ella se prepara
para pararle los pies.
La valentía de ella
le costó la vida a él,
pero al menos es una mujer libre,
sin maltratos en su piel.
N.C. 4º A
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